“Donde la regla de conducta no es el propio carácter de la persona, sino las tradiciones o las costumbres de los demás, falta uno de los principales elementos de la felicidad humana, y el más importante, sin duda, del progreso individual y social.” ¿Existe algo más cargado de respeto que la indiferencia? ¿Podemos encontrar una actitud más sana hacia el prójimo que la impasibilidad? No paro de encontrar medidas que aportan, que hacen crecer un colectivo, que lo dotan de poder, cuando opino que deberíamos perder el respeto a nuestras diferencias, absorbernos, disipar nuestro origen y convertirlo en nada. ¿Por qué aumentamos, en lugar de reducir? ¿Por qué crecemos en lugar de encoger? En la nada lo encontraremos todo. Para ser iguales debemos desaparecer, todos, convertirnos en seres tan transparentes que apenas se nos vea, se nos distinga, para así poder ser perfectamente diferentes. Volver al origen, implosionar, no distinguir. No es sencillo reestructurar una sociedad com
Comentarios
Publicar un comentario